by Tiburcio Sanz, Head of Fintech Solutions at Railsbank
Cuando pensamos en Banking as a Service, inmediatamente nos remitimos a compañías ágiles capaces de ofrecer soluciones dinámicas que generan experiencias únicas para sus usuarios.
Algunas de las razones de la revolución fintech fueron las ideas de romper con la burocracia ineficaz de los bancos tradicionales y remover la rigidez de estas instituciones financieras que no se ponen al servicio del usuario.
Sin embargo, para poder generar servicios realmente ágiles que respondan a las necesidades de los usuarios, es similar a la analogía del cisne. Si bien sobre el agua da la impresión que se mueve muy elegantemente y sin esfuerzo, debajo de ella hay una infinidad de movimientos que permiten dicha ejecución.
La realidad es que muchas fintechs sufren cuando no pueden adaptarse a las demandas de sus usuarios, no tienen la capacidad de evolución o la libertad de adaptar nuevos servicios y productos que continuamente desafían el status quo.
Poniéndonos en el lugar de los usuarios fintechs, hay que entender que ellos quieren una experiencia sin fronteras, operar con empresas que entiendan sus necesidades e integrar cada aspecto de sus vidas en materia financiera. Lo que hay que entender es el universo de licencias, tecnológicas y requisitos legales a satisfacer cuando pretendemos estar a la vanguardia. Si miramos en detalle a las diferentes capas de complejidad que conlleva construir una estructura fintech, va a ser evidente cuán importante es para dichas empresas tener una visión clara y una ejecución precisa de la misma.
Citando a Simon Sinek y su excelente Círculo Dorado, tenemos que enfocarnos en el Por qué de los problemas que estamos tratando de resolver y las soluciones que construimos en el proceso. El Cómo lo hacemos y el Qué hacemos pueden cambiar con el tiempo, pero nunca debemos perder de vista el Por qué.
Si tomamos el caso de una fintech que está operativa, cuya idea se centra en finanzas personales e inversiones. El Por qué es básicamente porque las personas necesitan acceder a mejores alternativas de inversión. El público en general precisa de acceder a servicios financieros sin las complejas funciones de la bolsa tradicional, de manera simple y pragmática. La industria cambió y las inversiones deberían ser parte de nuestra cultura desde una temprana edad, sin importar el ingreso o posición económica. Ahorrar e invertir para el futuro son actividades que todos podríamos hacer más y mejor, y deberían considerarse esenciales.
Cuando entendemos que el Por qué es el factor más importante, podemos enfocarnos en el Cómo y el Qué
Siguiendo con el Cómo, es válido decir que la empresa fintech utiliza inteligencia artificial para entender mejor los diferentes tipos de usuarios y sus perfiles. También trabaja con Big Data para proveer una experiencia a la medida de cada usuario.
Cuando pensamos en el Qué, podríamos decir que dicha empresa fintech es simplemente una plataforma de inversión para personas que quieren mejorar sus retornos. Dicha empresa ayuda a sus clientes con las finanzas diarias, mejorando hábitos de consumo y proveyendo acceso a opciones de inversión personalizadas.
Ahora bien, el denominador común de nuestra industria en contraste con la banca tradicional, es la innovación y avance constante. La industria fintech nació de la disrupción y prospera encontrando nuevas oportunidades y desafíos. Cada compañía que opera en nuestra industria tiene que estar constantemente buscando nuevas formas de servir a sus clientes y usuarios. El desafío radica en hacerlo mientras mantienen una clara alineación con el Por qué. En el momento que las empresas empiezan a perseguir el último desarrollo tecnológico de moda y se olvidan de sus visiones, la falta de claridad se vuelve evidente y los productos empiezan a fallar.
Entonces, ¿cómo evitamos perder de vista el Por qué? Como lo explica Eric Ries en su libro bestseller, The Lean Start Up, uno de los elementos más importantes es empezar con la visión, definirla, aprender de ella y experimentar. De esta manera los emprendedores son capaces de validar sus ideas y recolectar datos valiosos sobre los usos y soluciones propuestas.
Una vez que dichas soluciones fueron validadas, es cuando los emprendedores deben considerar acelerar y escalar sus propuestas. No obstante, dichos emprendedores tienen que estar dispuestos a cambiar su Cómo y Qué mientras mantienen una clara y estricta alineación con sus Por qué.
Siempre es bueno recordar que en este ambiente tan competitivo, es extremadamente importante mantener un ritmo de progreso constante. Una de las únicas maneras de crear innovación de valor, es a través de un entendimiento claro de la visión y el Por qué.
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